Prefiero decir gracias que desear cosas para el año que viene.
Prefiero pensar en lo que me dio este año y agradecerlo.
Cómo se redujo por un tiempo y creció después mi pequeña familia.
(Que cabe en la palma de la mano).
Cómo vivimos el presente haciendo cosas pequeñas y sencillas
pero importantes.
Cómo, de verdad, de verdad, deseo que todos los que leéis esto
os sintáis a salvo
y tengáis tiempo
para una pequeña sonrisa
como un sol amarillo.
Hagamos cosas buenas y simples...
Sinceramente.
Creo que no hace falta más.
Ternurita.
ResponderEliminarAntes de que la humanidad existiera, los duendes se reunieron para hacer una travesura.
ResponderEliminarUno de ellos dijo:
—Pronto serán creados los humanos. No es justo que tengan tantas virtudes y posibilidades. Deberíamos hacer algo para que les sea más difícil seguir adelante. Llenémoslos de vicios y de defectos; eso los destruirá.
El más anciano de los duendes dijo:
—Está previsto que tengan defectos y dobleces, pero sólo servirán para hacerlos más completos. Creo que debemos privarlos de algo que les haga vivir cada día un desafío.
Un joven y astuto duende comentó:
— Deberíamos quitarles algo que sea importante… pero, ¿qué?
El viejo duende exclamó:
—¡Ya sé! Quitémosles la llave de la felicidad.
—¡Excelente idea! -gritaron los duendes.
El viejo duende siguió:
—El problema va a ser dónde esconderla para que no puedan encontrarla.
El primero de ellos tomó la palabra:
—Escondámosla al fondo del mar.
—No, recuerda que tienen curiosidad; algún día, construirán un aparato para poder bajar y entonces la encontrarán fácilmente.
—Escondámosla en otro planeta…
A lo cual los otros dijeron:
—No, recuerda su inteligencia, un día construirán una nave en la que puedan viajar a otros planetas y entonces la descubrirán.
Un duende viejo, que había permanecido en silencio, escuchando las propuestas de los demás, se puso de pie en el centro y dijo:
—¡Sé dónde ponerla para que no la descubran!
Todos, asombrados, preguntaron al unísono:
—¿Dónde?
El duende respondió:
—La esconderemos dentro de ellos mismos… muy, muy cerca de su corazón.
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Veo que has encontrado la llave. Feliz Navidad. :)
PD.- Por cierto, yo ese te ejercicio de agradecimiento lo practico el último jueves de noviembre. Una de esas costumbres yankee que merece la pena importar.