Lejos, se dice pronto.
A citentonoventaitantos, doscientosypico minutos,
a incontables árboles, junto a las vías del tren.
A mil distancias.
Otras tantas respiraciones o latidos.
A unos cuantos pueblos, muchas casas de campo, algunas olas
y cruces de caminos
que se pierden en el aire borroso.
Lejos. Tras un mundo de personas distintas.
Otras.
Otras vidas. Otras palabras.
Otro idioma aunque el mismo.
Lejos hacia afuera.
Lejos, adentro,
donde no me reconozco
o no me encuentro.
Lejos, a mi lado.
Lejos, aquí mismo.
Pero siempre volviendo...
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