Los amantes de los atajos de
teclado, conocen la función Z. No se si la usan también los peceros o si es
solo un privilegio mas para los usuarios mac.
Yo, que pertenezco a este
último grupo, la utilizo mucho.
Esto es, claro, en un entorno
informático.
Cuando, vuelan las manos
sobre el teclado en sus mil funciones tipo redactar, vectorizar, componer,
retocar, saturar, planificar, etc, etc, siempre lo hacen, a la vez que veloces,
confiadas, pues existe la función control Z, que no tiene otra finalidad que
deshacer el último movimiento, o sea, volver un momento atrás al de haberte
confundido.
No os habéis plateado en la
otra vida, en la vida real me refiero, la conveniencia de una función parecida?
Un resorte que se materializara un momento, inmediatamente después de lo que
solemos denominar haber metido la pata
para poder retroceder justo un segundo antes de haber cometido la torpeza, el
error?
Yo, muchas veces.
Sin embargo, aunque en los
entornos informáticos y virtuales podamos literalmente diseñar lo que hacemos,
nuestra imagen visible, en la vida real eso, afortunadamente, no es posible.
Y digo afortunadamente porque
nos pasaríamos el tiempo retrocediendo y volviendo a cometer errores. Porque
como sería posible borrar malas decisiones, aún nos plantearíamos menos la
reflexión, la pausa previa a nuestras acciones.
Si hacemos extensiva esta
imaginaria contaminación de lo informático hacia lo real, imaginaos la
posibilidad de activar o no determinadas funciones y pudiéramos condicionar un
estado latente o activado en determinados estados de ánimo.
Eliminaríamos, de esta forma,
la tristeza de nuestros días, la sensación de hastío, los fracasos.
Mantendríamos siempre en primer plano, totalmente activados, el disfrute, la
sensación de movimiento, de hacer cosas,
con las que nos gusta adornarnos
en el terreno virtual.
Imaginaos tener a mano el
comando de avance o retroceso, como pasar una canción que no queremos escuchar
o las escenas de una película que nos aburren o disgustan. En cuántos minutos
dejaríamos nuestras experiencias no deseadas? Cual sería el rasero de
eliminación? Cual la escala de valor? Qué eliminaríamos? Qué dejaríamos?
Mejor, pues, que no existan
comandos ni funciones de tiempo o activación ni ningún otro en nuestra
realidad. Esa posibilidad abre abismos demasiado hondos. Auténticos agujeros negros.
Mejor que exista el azar y el
diseño de nuestra vida no esté del todo en nuestras manos.
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