Primero fui ojo.
Y me llené de luces turquesa
entre infinitos verdes.
Después, nariz
y olí la menta, el viento
y la clorofila.
Mas tarde oído
para escuchar las olas
volviendo a mí.
Y la boca.
Que saboreó la sal
Que saboreó la sal
y el vino.
Por último piel.
Y toqué y fui tocada
por el hálito denso y envolvente
del reencuentro.
Pero siempre Alma,
Alma Verde.
Hola Galicia.
He vuelto, por fin.
(ella os sonríe. También esperaba este momento).
ResponderEliminarBienvenida
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