Hay quien elige ser tronco,
soporta con fuerza los vientos y las tempestades.
Atesora concéntricos años de ruido interno y ensimismamiento.
Resiste.
Confiado en sus raíces
penetra, profundamente, el suelo que lo soporta,
ramificando, en dos direcciones únicas (arriba y abajo)
su crecimiento.
Una época de caída de hoja
un florecimiento,
un ciclo vital mas o menos largo.
Un lugar en el mundo
en el que permanecer. Inmóvil.
Personalmente prefiero ser hacha, aunque mellada.
Vivir puliendo mi filo.
Ser instrumento.
Activa, no pasiva.
No esperar el golpe, darlo.
Porque mientras me preparo
para ser precisa y causar el mínimo daño,
crezco en prestaciones,
me ramifico, me muevo.
Evoluciono.
Hay quien sueña con tronquitos que le nacen de las piernas, tronca!
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