Frágil línea divisoria

 Cuán frágil la línea divisoria

entre el año ido y el que transcurre;

yéndose, ya, desde el principio.

En galopante tropel hacia atrás,
como un tsunami a la inversa,
ruido y oropeles
han desaparecido.

 Hoy ya es entonces,

cuando todo ha de hacerse realidad.

¿El tiempo de nuestros sueños?

¿Es ahora el momento

en que tacharemos el primer 

punto de una lista interminable?

¿Qué hay entre ayer y hoy?

¿Qué diferencia un número de otro?

Ni tan siquiera el tiempo frío

con manos de niebla.

En los iguales días de este enero niño.

Yo continúo ensimismada.

Mirándola recortar plumas de papel translúcido

y cómo, al contacto de una gota de tinta,

 se llena el agua de volutas grises

cada vez más oscuras.