TAREA
ESCONDITE:
Seguramente todos integramos, entre
nuestras ocupaciones, lo que podríamos llamar tarea escondite.
Se trata de tareas para zafarnos o despistarnos de lo que es realmente
importante.
¿Cómo se identifica una tarea escondite?
1. Mientras
la haces, no estás centrado. No estás con los cinco sentidos y eres consciente
de ello.
2. Mientras
la haces, obtienes la falsa justificación de que te relaja, que te desconecta, nada mas
lejos de la realidad. Simplemente, enmascara tu sentimiento de culpa.
3. Cuando
terminas, estás como al principio. Solo que tienes menos tiempo.
4. Nadie
te pide que la hagas. La tarea escondite
se la inventa esa parte de ti que se asusta, que se niega a identificar y
emprender lo que realmente te importa.
¿Cuáles son las características de una tarea escondite?
1. Es
banal y absolutamente prescindible.
2. No
tiene nada que ver con tu misión.
3. Desorganiza
tu espacio, distrae tu atención.
4. Es
adormecedora, adictiva y dañina porque ocupa un espacio que no es el suyo y que
te pertenece a ti.
Algunos ejemplos de tarea escondite
1. Buscar
información de manera indiscriminada en el inicio de un proyecto. Enmascara el
miedo a la página en blanco. No hace falta mirar tantas webs. Seguramente lo
que quieres hacer ya está hecho. Pero tú puedes darle un enfoque diferente si
te mantienes, con autenticidad, en tu propuesta.
2. Ordenar
la mesa (sin criterio de funcionalidad). De esta forma intentas aplazar hacer
algo que no te apetece. Pero esto sigue ahí, aunque ordenes tu mesa cien veces.
3. Cerrar
la puerta para no verlo. El montón está detrás, como un monstruo pestilente.
4. Poner al día la bandeja de entrada de tu correo. No es importante. No es necesario. No es lo que quieres hacer. No ahora, al menos.
5. Limpiar la casa. No hablo de esa sana costumbre de mantener tu entorno funcional y limpio, no. Hablo de esos arrebatos innecesarios de cambiar de sitio el contenido de todos los armarios de la cocina. Estás escondiendo algo. Y lo sabes.
¿Qué hacer cuando se presenta una tarea escondite?
1. Estar alerta siempre. Una tarea escondite es insidiosa.
2. Identificarla.
3. Interrumplirla. Detenerte y pensar, de verdad. Conscientemente: ¿Qué quiero hacer ahora?, Qué es realmente importante para mí en este momento?
4. Poner al día la bandeja de entrada de tu correo. No es importante. No es necesario. No es lo que quieres hacer. No ahora, al menos.
5. Limpiar la casa. No hablo de esa sana costumbre de mantener tu entorno funcional y limpio, no. Hablo de esos arrebatos innecesarios de cambiar de sitio el contenido de todos los armarios de la cocina. Estás escondiendo algo. Y lo sabes.
¿Qué hacer cuando se presenta una tarea escondite?
1. Estar alerta siempre. Una tarea escondite es insidiosa.
2. Identificarla.
3. Interrumplirla. Detenerte y pensar, de verdad. Conscientemente: ¿Qué quiero hacer ahora?, Qué es realmente importante para mí en este momento?
No se os ha ocurrido ninguna tarea escondite mientras leíais? Perdonad.
No lo creo.
No lo creo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario