O cómo hacer una película sobre "alguien" haciendo de "alguien".
Lo haré corto. Si no fuera porque es Meryl Streep quien interpreta a Tatcher nadie habría visto esta película extraña y construida con parches, como por diferentes directores, con movimiento arrítmico, guión inconexo y con excelentes secundarios que resultan prácticamente invisibles.
Todo el rato vemos tan solo a Meryl riñendo, chocheando, triunfando, soltando discursos, desafiando y tomando un whisky tras otro mientras intenta convencerse de que no ve a su marido mientras habla con él.
Meryl debería empezar a plantearse su acierto a la hora de elegir sus personajes. Es una actriz camaleónica y eficaz pero yo le hubiera dado un óscar por "La duda", "Leones como corderos", "Las horas", "Los puentes de Madison", "Antes y después" y tantas otras antes que por este trabajo. Creo que la academia ha esperado demasiado.
Yo me lo pasé mucho mejor viendo "Mamma mía", el otro trabajo de esta directora en colaboración con la actriz.
Y ésta es una película absolutamente prescindible.
Y ésta es una película absolutamente prescindible.
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