"Aquella noche,
en el silencio negro de las noches de insomnio,
oí unos golpeteos rápidos, un ruidito
como de maderas al chocar,
como de agujas tricotando
con furiosa rapidez.
Me volví sobre la almohada
y allí estaba ella.
Patas, moño y corona.
Y una boca de gesto desdeñoso.
"Soy la Reina de las Arañas- dijo-
Y he sabido que andas muy atareada
en unos trabajos
que no acabas de terminar.
He venido a ayudarte.
10 patas van mas deprisa que dos.
Así que... A qué esperas?
Manos a la obra!"
...
Atónita,
me incorporé de un salto
y busqué mis agujas.
Cuando me di la vuelta,
pude ver cómo Su Majestad
se quitaba delicadamente su corona y,
tras frotar sus patas un instante,
empezaba a traquetear
con sus cuatro pares de patas,
cuatro pares de agujas diminutas,
una labor distinta en cada par".
En breve os mostraré a La Reina
en plena faena.
Por el momento,
me tiene
completamente ocupada.
A este paso,
la semana próxima, mi Proyecto
verá la luz.
Reina !!! tu con ocho patas.... como que no te veo, con lo glamurosa que tu eres.
ResponderEliminarEstamos ansiosas, de ver los tesoros que tienes escondidos.Animo que la semana que viene es YA!!!
Tap, tap...
ResponderEliminar¿A qué esperas?...
ResponderEliminarYo soy tu araña. No hay preocupaciones! Te lo puedo solucionar-a en un calle que se llama sogueros hay una grand-e araña que tiene moño, por cierto y puede solucionarte tus problemas, OK?