"Contra el viento del norte" Daniel Glattauer

Hay lecturas que me colocan en "modo camaleón", esto es, aparentemente detenida y extraordinariamente alerta , los ojillos a ambos lados de la cabeza describen círculos independientes, me mantengo vigilante, y pasa la víctima. Con súbito movimiento, rapidísimo, la lengua captura la presa y no la suelta más, hasta que forma parte de los fluídos de su estómago de reptil.

Pues eso. Este libro ha sido una presa para devorar en mis primeras horas de semivigilia tras un mes demasiado viajero.
Dos protagonistas de discurso hábil, inteligente. Una situación ambientada en lo virtual. Cuerpo de letra generoso, las páginas se suceden sin apenas darme cuenta y, cuando menos me lo espero, aparece, abrupto el final.
Me quedo camaleónicamente agarrada a mi rama. Relamiéndome. Un ojo mira de perfil, ahí, sobre la mesa, descansa la segunda parte.

Salto (saltan los camaleones?), y comienza de nuevo el protocolo de la caza.
Aparentemente detenida y extraordinariamente alerta ...

3 comentarios:

  1. ¿Saltan los camaleones?. Salta su lengua, ¡y como!. Si salta la parte, ¿qué falta hace que lo haga el todo?. Como los humanos, que con la cabeza vamos donde el cuerpo no alcanza...
    Aqui hay tema: lo humano no es natural como lo natural no es lo humano (se recomienda leer esto último detenidamente para no confundirse, lo que está a huevo.)

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  2. Me encantó este libro, primero por lo diferente en su formato (luego otros se lo han copiado) y después porque es como una larga conversación entre dos personas que no se conocen de nada pero se lo cuentan casi todo. La segunda parte quizás me gustó menos aún así la leí por seguir con los dos protagonistas. Te he conocido gracias a Pi de Mis cosas favoritas y por acá que me quedo de visita. un saludo

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  3. Pues bienvenida, Carmen. Seguimos leyéndonos!

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