El discurso del rey


Había una vez un príncipe tartamudo, que en realidad lo fué, un heredero al trono que prefirió vivir su historia de amor antes que hacer Historia, y en realidad así fué, y un logopeda con métodos poco ortodoxos que enseñó a un rey cómo enfocar sin tropiezos uno de los discursos más importantes: la declaración de una guerra, que en realidad aconteció.

Dicen que es una comedia, y lo es, pero aunque brilla el humor y la gracia del protagonista, tan estirado, tan inspirador de lástima, también nos identificamos con él en los momentos de angustia, cuando el rostro enfocado con ojo de pez ocupa todo el plano y él parece tan perdido bajo una chistera gigante...

Me ha encantado la historia, pequeña y grande a la vez. La manera de contar so british. Los escenarios saltando del fasto a lo decrépito. El papel pintado en la pared, que cambia con las épocas. Las miradas y la porcelana del te. Las voces tan al servicio del diálogo, de las palabras, los balbuceos, ampliados vergonzosamente por cien altavoces.
Impresionante el trabajo fonético de Colin Firth, (por supuesto ver en versión original) que acompaña su presencia impecable.

Y, por si fuera poco, me he reencontrado con viejos conocidos.
Reconozco en muchas películas británicas un fondo de armario de actores sólidos, elegantes, que dan soporte y textura a la historia y sin los cuales sería imposible la verosimilitud de muchas de ellas. Y cito los personajes por los que los conozco y respeto: Claudio de Yo Claudio, Colagusano y Dumbledore de Harry Potter, Capitán Barbosa, de Piratas del Caribe, Sebastian, de Retorno a Brideshead, Elena Bonham Carter, siempre "as herself" ...

Id a verla , es una película sencilla pero en absoluto banal.

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