
Fuego.
Al principio es un lejano humo, una amenaza al otro lado del cielo.
Pronto vemos mas focos, entre uno y otro horizonte,
en las intrincadas entradas y salidas de aguas y tierras,
entre los bosques de mil verdes.
Se extiende sobre el mar, manchando la superficie con una sombra roja,
como un fantasma de sangre.
Y es hermoso y es maléfico.
A su paso, los árboles permanecen en silencio.
Sugieren esqueletos de legiones malditas.
El bosque gime.
El fuego continúa.
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