Ya dije alguna vez aquí que, a mi casa, acuden palabras y se quedan a pasar temporadas.
El año pasado, algo más entrado el otoño, llegó la palabra montañas y vivió con nosotros algún tiempo.
Las palabras llegan, abstractas y magníficas, como nubes de lluvia. Hay que darles tiempo porque, al principio, no sabes muy bien qué significan y porqué están ahí.
Pero si permaneces atento, tarde o temprano, ellas comunican sus razones o su historia y comprendes que ya tardaban en llegar a tu vida y les asignas un dormitorio porque sabes que van a pasar contigo un tiempo o se van a quedar a vivir definitivamente.
Este pasado viernes llamó a la puerta pleamar y llevamos, ella y yo, todo el fin de semana con una interminable conversación.
Hoy ya sé qué significa:
Pleamar es un estado.
Pleamar es un estado.
Me sugiere la idea de que todos andamos flotando en olas. Sube o baja la marea, subimos o bajamos; nos impulsan deseos y proyectos, nos arrastran al fondo decepciones y sufrimiento.
Pero hay un momento en que llega la calma y podemos ir y venir en zona franca, dejando aquí y allá tesoros traídos de ultramar o recogemos algas de cabello carnoso y las arrastramos, sin rumbo, por la orilla. Nos dedicamos a mirar cómo las gaviotas alzan el vuelo y escuchamos el rumor de los árboles cercanos. Sin tiempo, sin impaciencia, sin objeto.
Pleamar es cuando mas o menos ya sé algo de mí y no me precipito por saber el resto, cuando permito que aflore mi auténtico yo pero no le doy demasiada importancia a demostrar quien soy.
Igual no dura.
A lo mejor un día me levanto y descubro que pleamar se ha ido, dejando bien doblado su edredón sobre la cama.
Quizá entonces empiece a bajar o a subir la marea y vuelva al océano confuso de las olas que vienen y van.
Aún así, yo esperaré que vuelva.
Como espero a montañas con la que casi no tuve tiempo de hablar.
Pero ahora os dejo, pleamar me llama para seguir mostrándome cómo es mecerse en su abrazo de calma.
Una bellisima y potente imagen. Feliz paseo y que el oceano haya dejado muchos trocitos de sus tesoros y los tomes.
ResponderEliminarDisfruto mucho con esta Ro, mezcla de pasado y presente. :-)
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