Gipsofila y Paniculata.
Flores de acompañamiento.
Utilizadas como
lecho para aristocráticas rosas
o frágiles peonías.
Si las miras, solas,
en su esplendor sutil de mutitud,
malva o blanco,
fucsia o fresa,
se vuelven protagonistas indiscutibles
en un ramo que celebra la primavera.
Un eco de campo.
Silvestre y humilde
y al tiempo
imperioso,
de voces que reclaman su presencia.
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