El quinto Fantástico

Eran cuatro: Los Cuatro Fantásticos.
Yo conozco a un quinto.

Va y viene como el rayo. Igual anticipa qué libro deseas leer en un determinado momento que encuentra el mejor y más recóndito zumo de pomelo del mundo. Sabe de memoria todas las calles y dónde hay qué, cuánto, cómo. 
Halla símbolos en las cornisas y en los capiteles, trazas de arquitecturas remotas, nada escapa a su visión periférica o a su scanner acumulador de datos.
Antes localiza un concepto en un libro que tú en la wikipedia. Y, mientras tanto, ha registrado unas cuántas definiciones más.

Lo mismo acaricia un rostro anciano que, amorosamente, prepara una sopa. Lo mismo recuerda qué estudias como a qué hora toca el antibiótico.
Se multiplica. Es ubícuo. Circula a la velocidad de la luz. Tantos lo ven que se diría que tiene la capacidad del auto-clonador. Es pura fibra óptica mas, cuando lo necesitas, se materializa a tu lado.
Recuerda santos, refranes, presidentes y chascarrillos y nada en lo que dice es banal. Solo en ocasiones su velocidad y anticipación te deja con la respuesta en los labios.
En casa, nos gusta ser de su equipo.

Hay quien tiene un hada madrina, yo tengo un superhéroe.

2 comentarios:

  1. Si yo fuera el quinto…lagrimones de emoción recorrerían mi cara. Como un dibujo manga que llora en manantial por los dos extremos de cada ojo.
    A lo mejor a ese superhéroe le cosió la capa un hada madrina
    Beso
    Pi

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  2. Todos tenemos superhéroes. ¿Qué sería de nosotros sin ellos? Ellos también nos necesitan, ¿de dónde colgaría Spiderman sus telarañas sin los rascacielos de New York? ¿O cómo se escondería Batman sin las sombras de Gotham? Cuidas mucho uno de otro. Y recuerda: "Un gran poder conlleva una gran responsabilidad"

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