Suicidio

Ocurre de noche. 
Un golpe seco, una nota metálica y brutal en el silencio. 

Los vecinos acuden a los patios interiores, los deslunados, las terrazas de las cocinas. Un desconcierto de pijamas y batas irrumpe en la doméstica calma.

Alguien se ha precipitado al vacío. Alguien no ha podido más. Alguien ha acabado con su vida.

La pregunta aletea como un cuervo malicioso: ¿Quién?

Al día siguiente sabemos quién. Una mujer cansada de luchar contra su enfermedad, contra el dolor y la locura, contra la falta de ganas. Una mujer que compra con su vida el descanso.

Sin balsámicos eufemismos. 
Alguien ha preferido morir a seguir viviendo. No hay más.



2 comentarios:

  1. Un post corto y seco..., "una mujer que compra su vida con el descanso...", buena frase, buena reflexion. A veces dicen que el suicidio es un brote de locura o de cobardia, en ocasiones puede ser el definitivo momento de lucidez, la muerte es el final eterno, ¿para que alargar la agonia cuando no queda ni una gota de sangre ni de ilusion...?

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