El humilde perejil


Cuando era pequeña, las monjas nos hablaban de la humilde violeta. "Humilde, ademas de tonta", pensaba yo para mí cuando añadían ellas que imitásemos a la violeta que, "cuanto mas la pisas, mejor aroma exhala"...

Mil veces prefiero el humilde perejil. Que desprende su aroma y colabora con el feliz cocinero sin pedir demasiado a cambio. Un recipiente con agua, algo de luz y unas buenas tijeras. 
Y, eso si. Que no le pisen. Que ser humilde no es ser tonto.

2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo.
    Bonito blog, muy bien escrito y de una estética exquisita.
    Mis felicitaciones.

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  2. Qué gracia para reflejar el alma de las cosas sencillas!

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