Releer


Releer es un verbo transitivo con objeto directo (un libro) y muchos indirectos, circunstanciales y otros complementos.
(Y soy consciente de mi arcaica y jurásica sintaxis, pero es la que aprendí y no debimos hacerlo tan mal mi profesora, el sistema y yo, porque todavía la recuerdo, con visión incluida de pizarra, tiza y borrador -otro grupo de objetos vintage y pronto en desuso- y autoritarios círculos que rodeaban los territorios respectivos del sujeto y el predicado...)

Bien, hablaba de complementos. Son estos: Releer "para mi", "para recordar", "porque ya apenas se porqué guardo ese sabor", "en el tren", "mientras"... bueno, mientras nada porque cuando leo no puedo hacer otra cosa. En definitiva: Releer para "redescubrirme".

Releer es, desde el hoy, desde el ahora, recordar quien era y qué cosas me atrapaban. Porque siempre releo aquello de lo que guardo una buena sensación. Es como un aura que rodea un título. Tengo una memoria como arenas movedizas. Apenas tomo un recuerdo de la mano, este se hunde en el fango irremisiblemente y mas se hunde cuanto mas trato de rescatarlo.

Así pues, y muy en sintonía con los tiempos de austeridad que transcurren a nuestro alrededor como un indeseable séquito de sombras desencantadas, me propongo releer. 
Rebuscar en nuestra rebosante biblioteca y en bibliotecas adyacentes aquellos libros que me sugieran quién fui un día y verificar si lo sigo siendo (o no) y porqué. Si por el camino paladeo de nuevo aquél sabor y vuelvo a disfrutarlo, será como rescatar algo de esas arenas movedizas y devolverme aquello que no recuerdo pero que un día fue mío.

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