"Donde nadie te encuentre" Alicia Giménez Bartlett

La guerra civil española y su triste secuela no es un tema por el que suelo inclinarme.
Prefiero las guerras épicas de Escipión y sus valientes legiones. Batallas que, por pretéritas, pueden convertirse en hazañas y arquetipos del Valor y de la Fuerza, en fin. Lo elegí, mas bien, por la autora que me ha hecho disfrutar en otras ocasiones.

Bartlett tiene una forma de redactar directa, sensata y eficaz. Maneja con soltura las historias y traza unos personajes que, si no reales, al menos son creíbles y que suelen todos ellos poseer un trasfondo literario que los salva de lo mediocre.
La novela es entretenida, la historia, bien contada, sin embargo, a cada página echaba de menos a los personajes favoritos que esta autora me dio a conocer: La inspectora de policía Petra Delicado y su inseparable compañero, el subinspector Garzón, una suerte de Sancho que acompaña todas sus aventuras, siendo el contrapunto "callejero" de las sutiles reflexiones de su jefa.
Os recomiendo sus aventuras en el mas puro estilo de novela policíaca, pasados por el costumbrismo y los tópicos de un Madrid bastante negro y cutre.
Pura evasión para ratos perdidos, o no tanto.

"El silencio de los claustros", "Ritos de muerte", "Día de perros"...

2 comentarios:

  1. De Alicia Giménez Bartlet recuerdo haberle leído una novela. Y de esa novela he olvidado todo excepto el nombre de la protagonista, la inspectora Petra Delicado, el que narraba la resolución de un delito y que en la trama la inspectora se liaba/enrollaba/acostaba (muy poco profesional, por otra parte)con algún implicado en el caso. Poco bagage es el que dejó en mí, tal vez por eso no seguí más. O tal vez fuera porque por esa misma época descubrí a Lorenzo Silva con sus guardias civiles Ruben Bevilacqua y Virgina Chamorro y me parecieron superiores en todo tanto a la autora como a sus personajes. O tal vez porque descubrí que algunas de estas novelas fueron llevadas a la TV en una mala serie cuya protagonista principal era "interpretada" por Ana Belén. Eso fue la puntilla

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  2. Bueno, hablo de evasión, ya sabes, un vuelo que se retrasa, un rato perdido, nada que permanezca, pero, en ocasiones, la levedad es necesaria, al menos para mi.
    Tomo nota con Lorenzo Silva, ya me rondaba Bevilacqua entre mis proyectos inmediatos de lectura.
    Y si, lo de Ana Belén y (oh my god!) Santiago Segura, es una lacra.

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