"Breaking and entering" Anthony Minghella

No es nueva. La rescato del pasado reciente y vuelvo a verla durante la tarde de un día no demasiado feliz. Mientras, le doy vueltas a la fragilidad del precario equilibrio sobre el que nos movemos.
Somos tensión entre dos fuerzas, somos el resultado de luchas internas, somos supervivientes de nosotros y los demás, a veces somos lo que queremos, otras, los que se nos permite ser...

Esta película, en esta ocasión, me habló de esto. La precariedad, el peligro que nos acecha, la sensación de que, en un momento dado, todo puede saltar por los aires. Y no me refiero a que te roben los ordenadores, incidente desde el cual parte la película, sino al hecho de que llegues a no darte cuenta de que has dejado de mirar a los otros, de que has tejido una compacta red de distancia, de que te alejas, irremisiblemente de los que te rodean.

Y, dejando a un lado estos símiles un poco traídos a la fuerza en un momento bajo, diré que la película me envolvió una vez mas, a pesar de sus defectos formales, su irregularidad, su final poco creíble.

Lo que vi fue una puesta en escena eficaz, transparente, que no enmascara sino que potencia el color intimista del relato. Unas actuaciones cuidadas y realistas. Unos personajes que aguantan situaciones duras con dignidad y entereza. Siendo, o intentando ser, sinceros consigo mismos.

El director maneja ese concepto de distancia con profundidad y certeza y sabe poner en los protagonistas, tanto la consciencia de esta distancia como la necesidad desesperada de hacerla desaparecer.
En qué momento dejamos de mirarnos, volvamos a ese punto y empecemos de nuevo.

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