el chal de mohair







Si lo miras de cerca, el hilo es finísimo
rodeado de filamentos suaves
que se enrosca sobre sí mismo
y dibuja pequeñas curvas en abstracto.

Si te alejas un poco,
podrás ver el diseño de la flor,
un centro mas tupido
y siete pétalos ligeros.

Algo mas lejos,
el mosaico que forma,
flores grandes y otras menores,
que vienen a cubrir los huecos
dejados por la imparidad de los pétalos.
Flores de pétalos pares,
darían un mosaico regular,
pero éste requiere subsanar los huecos,
reorganizar lo irregular.

Ahora, definitivamente,
te alejas, y ves la forma rectangular,
las líneas ablandadas con las ondas
y lo único que deseas es acercarte,
tocar la caricia de filamentos,
su color malva indeciso,
envolverte en él,
en este agosto extraño
que hoy huele y sabe como el otoño.

1 comentario:

  1. Que bonito!!! ¡como cambian los motivos cuando se cambian las hilaturas!.
    Imagino lo liviano que debe ser ¿me equivoco?

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