"Las huellas de la vida" Tracy Chevalier

Es una historia casi sin palabras.
Es una novela para leer en el principio del verano. Cuando aún está por comenzar como una imagen blanca en la retina.
Un aroma victoriano acompaña el lenguaje sobrio, ajustado como un corpiño sobre las faldas de las protagonistas.
Dos mujeres solas que buscan fósiles en la playa, lo nunca visto hasta ese momento.
Entonces eran los hombres los eruditos, los descubridores, los artífices del presente y el futuro y, una vez mas, como tantas otras, las calladas mujeres hacían el trabajo.

Los personajes son como olas, van y vienen y los vemos deslizarse por una historia sin grandes sucesos y, sin embargo, donde se construyen los pequeños movimientos que articulan los grandes cambios.
Y queda dicho así, en voz baja y mirando de cerca, por esta voz que retrató a la joven criada del gran Vermeer, la que le ayudó en un tiempo a preparar sus mezclas de color y que fué el rostro de la joven de la perla.

Así pues, un libro plácido para leer al principio del verano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario