La contaminación entre universos siempre nos reserva grandes hallazgos. No se si esto es una muestra o, mas bien, un camino para seguir probando.
Tejer una chaqueta, en este caso en un hilo de bambú (o eso decía la etiqueta, la verdad es que mantiene un tacto fresco y presenta la caída de la seda).
Después, con lejía mezclada con agua y un pincel, trazar las líneas del motivo, en este caso, unas ramas de inspiración oriental.
Después decorar con lo que te parezca. Yo he perfilado los tallos y los pétalos con lana de diferente grosor y he añadido unas lentejuelas transparentes para dar un poco de brillo aleatorio.
Si la guardas un poco retorcida, pilla esa arruga bonita, de "ya usado" que tienen las piezas definitivas.
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