Necesito espacios de silencio.
Necesito burbujas de aire entre una y otra fiebre.
Porque es ardua la sensación de página en blanco y angustiosa la espera de la idea.
Es que acaso creo ser lo que hago?
Y si esa rutina de hiperactividad sin tregua no me llevara nunca a nada?
Hay tareas que piden poco.
Minúsculas decisiones en cuanto al tono, la composición.
Hilos de lana que esperan silenciosos ser elegidos.
Cuadros de color que se acaban organizando en armonioso caos.
Mínimo compromiso. Angustia cero.
Y así entretener la espera de la gran obra.
Esa insidiosa expectativa de algo que puede que no llegue
porque quizá no lo busco.
Me consuela de una manera absurda la alegría de haber llegado a no estar seguro de nada.
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