tanagras

"Tanagras: Estatuas de barro cocido que toman su nombre de la ciudad del mismo nombre"( estamos hablando, nada menos que del siglo IV a. C )
Pueden verse, recién traídas del Museo del Louvre, en el Centro Cultural Bancaja.


Esta es la figura que da la bienvenida a la exposición. Arcaica o abstracta, vieja o nueva, cada uno decide.
Yo estoy aún impresionada de hallarme entre objetos que acumulan tanto pasado invisible.
Cómo estas frágiles figuritas, donde puedo ver rictus, dedos, expresivas cejas, velos alados,
sonrisas misteriosas, cabellos en bucles y rizos cayendo sobre la frente, abanicos, sombreros de paja... cómo todo esto se ha mantenido hasta hoy, es algo que se me hace difícil de creer.
Aparte de la sensación de historia que, en su aparente sencillez, proyectan estas diminutas obras de arte, lo que me fascina es la gracia que proyectan los gestos de sus cuerpos revelados, a través de las ropas con aspecto de transparencia, estas "mujeres drapeadas" envueltas en pliegues que subrayan su postura relajada o desafiante en su orgullo de sí mismas.
Existían estas bailarinas, estas diosas domésticas, estas mujeres dueñas del aire a su alrededor?
Eran modelos reales o proyecciones del artista?
Nunca lo sabremos, verdad?

Solo eché de menos ver alguna recreación del colorido que, en aquél tiempo, completaba su aspecto. Carmín, añil, púrpura, oro y rosa pálido cubrían sus relieves.
Las intuyo preciosas, en color, en una vida que no imagino, donde algunos objetos domésticos eran así de bellos.


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