Segundo asalto


Tras el asedio de la pasada madrugada, pólvora y decibelios a discreción, ahí están agazapados de nuevo.
Los observo desde mi refugio.
Envueltos en sus chillones plumajes de guerra. Organizando el siguiente asalto.
Arriba los estandartes, preparado el tambor que anuncia el ataque.

Qué hace un erizo, silencioso y pacífico como yo, en medio de esta ciudad en armas?

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