Nuevos Habitantes

Obra de Enrique Zabala
La primera vez que lo vimos estaba colgado en un museo. Un artista de renombre había pintado este cuadro a partir de una foto hecha a nuestra hija. Y figuraba en medio de una larga serie de retratos en una sala blanca, a medias iluminada, y desnuda.
Me pareció magnífico y duro. Esa era ella?

Ahora, ya el cuadro en casa, mi visión es otra. Es una nueva presencia. Un Habitante Nuevo.
Obra de Enrique Zabala
 Con esa capacidad que posee la pintura de recrear sugerencias, con esos colores juntos o yuxtapuestos, con esas pinceladas que mueven mínimas masas de volúmenes aquí y allá, tengo la sensación de que ella está ahí. Apoyada en la pared. Mirándolo todo con esa mirada concreta y fuerte.
Un Nuevo Habitante en casa.
Obra de Enrique Zabala
Miro el resto de objetos. Miro su espectro de color apagado y neutro. Han perdido contraste desde que el azul intenso de esa camiseta preside el muro junto a la ventana. Un nuevo elemento que redistribuye acentos y enfatiza huecos. El Nuevo Habitante obliga a una nueva mirada.
Porque, además de ser un cuadro, es una propuesta. El vórtice de una nueva frescura. No véis ese punto de pulcro amarillo junto al blanco? Las rosadas carnaciones, el fondo impoluto, la limpieza?

Pues bien: Quiero eso en casa. 

Así que ahora ando a ver cómo hago para desneutralizar los neutros y colorear los incoloros. Todo ese no color que ahora ya no juega en primer plano. Pero que no cunda el pánico. Seguirá siendo nuestro hogar; poco dado a estridencias, tranquilo y apacible.

Un Nuevo Habitante llega a una casa, llega a una vida. Un Nuevo Habitante puede ser ese hijo que recién descubres como persona entera tras una ausencia, emergiendo distinto y acabado del suave pelaje de tu cachorro. Un Nuevo Habitante es una nueva idea en tu pensamiento, una revolución en tu mundo. Algo que lo cuestiona todo, que lo replantea todo. 
Nuevos Habitantes. Nuevas Ideas. Nuevos Enfoques. Nuevas Posibilidades.

No responderemos cerrando la puerta. No con desconfianza o miedo. 
La madurez no es conseguir el decorado perfecto, el grado de desarrollo idóneo y cerrar la puerta y amordazar el crecimiento. La madurez es la puerta abierta, el vuelo libre y que nada sea definitivo y que nada nos parezca seguro. Y estar cómodos ahí.
Cambiaremos fundas de cojines y moveremos algunos objetos. Un soplo de otoño fresco volará a través de las estancias y el Nuevo Habitante habrá encontrado su lugar.

Y nuestra puerta permanecerá abierta a lo nuevo para ser nosotros nuevos también cada vez.





No hay comentarios:

Publicar un comentario