NOTAS DE UN ASPIRANTE A COACH (6) El matiz que lo cambia todo


Hay situaciones de quiebre, se dice en coaching. Yo les llamo momentos muro. Suceden cuando, por más que te golpeas una y otra vez contra él, no consigues atravesarlo. Son esos períodos o relaciones de conflicto o espacios incómodos que no sabes resolver, de los que no sabes escapar.
Cuando ese quiebre se hace insoportable, o bien te dices a tí mismo, esto es imposible de solucionar y he de aceptarlo , o sea haces tuya la máxima "yo soy yo y mis circunstancias" o, en el mejor de los casos,  te vuelves hacia fuera y solicitas ayuda.

Aquí entra el coach, el amigo, el terapeuta, el gurú...

Son caminos para llegar, con suerte, a lo mismo. El matiz que lo cambia todo.

Es muy sencillo. Está muy cerca. Ha permanecido todo el tiempo ahí. Pero, como en una habitación a oscuras, nadie ha abierto la ventana para que pase la luz.

Ahora, por fin lo ves: Eres TÚ.

Soy YO. 
Soy yo quien lo cambia todo. Porque todo el cambio pasa por mí. Porque no puedo cambiar lo Otro. Porque todo lo que es, aparte de mí, tiene derecho a ser como es, aunque a mí no me parezca bien. Porque yo no soy la medida de todas las cosas, tan solo soy la medida de mí mismo que ya es mucho, ya es grande, ya es suficientemente difícil como para que me empeñe en cambiarlo todo.

Porque, además, si lo pudiera cambiar todo y yo siguiera siendo lo mismo, qué sentido tendría?

Ese es, pues, el pequeño gran matiz. Yo, tan solo yo, puedo cambiar en mí. El resto viene luego. O no.

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