NOTAS DE UN ASPIRANTE A COACH (3) Encajar las desviaciones

Encajar las desviaciones: Un aprendizaje


En cuántas ocasiones las cosas no salen según lo previsto. 

Algunas veces, porque nuestras expectativas son insensatas. El motor de la ilusión y la euforia, unido al desconocimiento y la falta de previsión, nos juegan muy malas pasadas. 

Algo que puede hacer que nos sintamos mejor es enfocar esta situación como un aprendizaje. Es decir, si las cosas no salen como habíamos imaginado tenemos dos opciones: 

1º Abandonar. 

2º Encajar,  revisar y volver a intentarlo. 

Para qué vamos a engañarnos. La primera opción es la que nos pide el cuerpo. La decepción es el peor de los estados para el apasionado. El ala sombría del fracaso sobrevuela nuestro hombro y nos hace sentir ineptos y desesperanzados. Tiene algo que ver con el niño que necesita una recompensa inmediata por el esfuerzo. Por tanto, si abandonamos el proyecto o lo sustituimos por otro nuevo, dejaremos de sentirnos ineficaces y nos ilusionaremos otra vez.  Pero no habremos aprendido nada. 

La segunda opción es mas esforzada. Requiere un paso atrás para lamerse las heridas y, en esa distancia, revisar el enfoque. Ahora sabemos más cosas. Qué pudo ir mal en el planteamiento y qué aspectos habremos de cambiar para volver a intentarlo. El niño impaciente habrá aprendido a esperar. A cuidar y ponderar cada uno de los pasos que le acercan al objetivo. A extraer conocimiento del proceso. Esta posibilidad, sin duda,  nos hace mas fuertes, mas pacientes y mas sabios.

1 comentario:

  1. Muy sabio todo ello, en estos días me veo immersa en situaciones de este tipo. Por supuesto, la segunda opción es la mejor.
    Notar haber aprendido tras un fracaso y salir adelante es una satisfacción immensa.

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