Glorioso Caos
Por eso no publico, no escribo, no paro...
Nada hay comparable con el Glorioso Caos que invade una casa cuando se pinta. Aprovechamos para cambiar, renovar, resumir, partir de lo mínimo o partir de cero.
Los platos y tazas, teteras, libros y cuadros, lámparas y cajones impúdicamente abiertos, sillas fuera de lugar y cajas y papeles, todos descolocados en atípico bodegón. Construyo esculturas inconscientes en montón y desorden.
La casa era gris y elegante, ahora es blanca y sonríe.
Así que no, no escribo, pero sigo comunicando...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario