"Secret sunshine" Lee Chang-dong: El qué y el cómo

Cine coreano. Subtítulos. Hermetismo. Desarrollo lento. Gestualidad nacida en las antípodas.

Da la sensación de que la película se pliega en dos.
Una primera parte idílica, descrita con aparente comodidad, con la cadencia plácida de una canción popular. Una historia casual, una vida cualquiera.

En un momento dado, todo se rompe y vemos el otro lado de la realidad.
La desgracia como una sombra que todo lo envuelve. La protagonista se convierte en un personaje abatido por el drama y sufrimos con ella. El ritmo sigue siendo pausado, pero lo plácido se torna angustioso.
Quizá echamos de menos esta elipsis tan occidental, que nos lleva directamente al momento de la acción, que nos ahorra los tránsitos dolorosos, que elimina los llantos silenciosos, los gemidos incómodos, los planos desoladores.

Ella recrea su papel sobriamente, dentro de lo sobrio que puede ser un sufrimiento profundo. Interpretado con extraordinaria autenticidad.

Por eso el cómo, mucho mas que el qué, nos es tan ajeno.
Porque no elude, no sintetiza. Nos lleva de la mano, sin querer mirar.
Los culpables no son presentados con guiños, planos largos o tratamientos especiales. Los inocentes lo son, parece, por casualidad. Leemos la desgracia cercana, tal cual es: Aleatoria.
Sin truculencias gratuitas, sin sentimentalismo, sin banda sonora que nos solidarice.
Un relato como la vida es en realidad, no como en las películas.

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