Yo les doy luz, agua, amueblo para ellas casas de cristal con piedras y conchas.
Ellas me devuelven su compañía callada y fresca. Flores imprevistas y brotes acuáticos que desafían lo conocido.
Cómo no ser jardinera incluso accidental?
cosas pequeñas que mueven mundos
¡Que poema de jardinería!
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