"Midnight in Paris" Woody Allen

Me estaba ocurriendo con Woody Allen como con Bob Dylan.
Si, aunque suene irreverente, les estaba pasando por alto los "deslices" o "decadencias" de los últimos tiempos en atención a sus históricos aciertos que son un clásico para muchos.
Echaba de menos aquél director en estado de gracia de Annie Hall, Manhattan, Zelig, Días de Radio, Acordes y desacuerdos, Balas sobre Broadway y tantas otras. Ocasiones de dar en el clavo, de la frescura, la sorpresa, la reinvención pero también la fidelidad a una línea de trabajo que nunca decepcionaba...
Desde la dispersa Melinda Melinda y la fría Scoop y otras, inteligentes, si, pero perdida la chispa que le iluminaba, fui de una decepción a otra, viendo como su cine se hacía previsible, pensando, para mí, que ya no volvería a ver nada memorable de su mano...

Y llega esta película. Acudo al cine sin grandes esperanzas, eso si, a la VO, por si el protagonista, Owen Wilson, que no las tengo todas conmigo, logra sorprenderme con su auténtica voz.

A partir de aquí poco es lo que puedo decir. Es una pena.
Solo las primeras imágenes, postales de un París que conozco bien (y añoro mucho) bien aliñadas con una preciosa banda sonora, como muchas de las suyas, ya me pinta una sonrisa en la boca que ha de acompañarme hasta el final. Y me digo "bueno, solo por esto vale la pena haber pagado la entrada. Si la historia no me enamora, si los actores no me gustan, habré vuelto a ver París"...
Pero ya desde el comienzo, el trazado del relato se interna por nuevos caminos, veo un Woody Allen reencarnado en el actor protagonista, rubio, mas alto, menos titubeante pero igualmente desbordado por una inercia y unas compañías que apenas le entienden y si, Owen cumple a la perfección su papel de eterno asombrado, los ojos del encanto, la magia, la ilusión y el romanticismo.
La fotografía está tratada con luces primorosas, tan exquisita y cuidada como las pinceladas minuciosas de un cuadro impresionista. La fauna de actores, caracterizaciones, vesuario, ambientación y la omnipresente banda sonora tannnn vintage son un alarde de buen hacer y me han hecho pasar un rato absolutamente delicioso.
Siento no poder decir mas.
Espero poder comentarla con vosotros pronto.
La verdad es que me muero de ganas.

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