Elegí releer este libro para reconciliarme con la palabra escrita después de mi fracaso anterior.
Es un libro ligero, sin pretensiones que se basa en el clásico triángulo y que, sin embargo, siempre consigue sacarme de la sensación de pobreza y rutina en la que me dejan algunas lecturas.
Visto desde los tres enfoques de sus protagonistas, el "asunto" en cuestión es que dos amigos acaban enamorados de la mujer de uno de ellos y el movimiento de uno a otro que la chica efectúa.
Aunque eso es lo de menos.
No hablaré de típico humor inglés, porque imagino que hay que ser inglés para opinar al respecto, pero el caso es que esta obra destila elegante ironía, chispeante dominio de la palabra (gracias, también, a la afortunada traducción), y una ligereza e ingenio que refresca en cada página.
La intervención de los personajes secundarios, siempre en primera persona, cada uno aportando su particular visión de los hechos, tan convincentes, tan llenos de matices, tan conseguidos con esas pinceladas breves y rápidas, como impresionistas, es brillante y termina de componer una historia que siempre me ha dejado con ganas de mas.
Vuelvo a confiar en que es posible, que con economía y síntesis se puede decir mucho mas, mucho mas hondo y, sobre todo, mucho mejor.
He disfrutado muchísimo con su ironía y su toque despiadado y compasivo a un tiempo.
ResponderEliminarMe he enterado que Julian Barnes trabajó como lexicógrafo para el Diccionario Inglés de Oxford y eso se nota. ¡Sus juegos de palabras expresiones y palabras curiosas son geniales!
¡Gracias, gurú!
Cuando quieras, la segunda entrega: "Amor, etcétera", otra gozada...
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