El ataque de las Cosas Pequeñas



Un día las cosas pequeñas se cansarán de ser constantemente reducidas a la mínima expresión.
Se revelarán contra su condición de indispensables invisibles y querrán un mayor protagonismo en nuestras vidas ya que hacen tanto por nosotros.

Los diminutos USB crecerán hasta volver a ser puertos en torre y los teléfonos móviles recuperarán su antiguo aspecto de flamantes y pesadas maletas de 5 kilos. Las pequeñas piezas de los juegos magnéticos se negarán a encajar unas con otras. Las pantallas planas saltarán de las paredes y veremos crecer sus grandes traseros catódicos. Todos los gadgets y toys que llevamos en el bolso: Blackberrys, buscas, ipods, mandos, tamagotchis ... crecerán y crecerán, adoptando sus tamaños iniciales y nos ensordecerán con sus zumbidos reclamando su lugar en el mundo.
No habrá oficina lo suficientemente grande, ni maletín capaz de contenerlos.
Y a lo mejor resulta que es a nosotros a quienes ya no queda espacio .

1 comentario:

  1. Vaya, pensaba que los malos de la peli eran los divinísimos USB y los mini todo. Tenía la certeza que ellos eran quienes se zamparon a los enoormes videos y loros hip hoperos con la única excepción de los glamurosos vinilos que han conseguido pertenecer a la yet set musical.

    Quizás un día las cosas pequeñas se conviertan en cosas grandes y por tanto susceptibles de ser abandonadas y repudiadas (como el pinguinito de Toy Story. Sí, ese pobrecido abandonado, exiliado y lleno de polvo en lo alto de una estantería)
    Pero lo nuevo también tiene derecho a vivir y a su momento de gloria.
    Me encanta el ipod pero también adoro leer las letras de una canción en la funda de un disco o disfrutar del diseño de una caja de cd.
    Y sí, estoy de acuerdo en que es posible que no lleguemos a tener espacio pero eso será cuando lo pequeño y lo grande se alíe contra nosotros, siempre tan manipuladores.

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